02 diciembre 2011

DECRECIMIENTO Y ECOFORMACION: LOS VALORES HUMANOS PARA UNA SOCIEDAD SALUDABLE.


            El mundo actual necesita que intentemos hacer un esfuerzo de poner una mirada y una acción distinta en las cosas. Son muchas las situaciones que hoy nos evidencian que estamos frente a una complicada existencia, que poco ha poco nos va envolviendo y  arrastrando hacia un debilitamiento de los fundamentos valóricos de la humanidad y el agotamiento del planeta.
            Por lo anterior, creo pertinente hacer un pequeño análisis de nuestro actual momento social y poderlos enlazarlos con el rol que le compete a la educación para implementar, en su proceso,  una formación más conciliadora entre el ser humano y su mundo.
Un aspecto fundamental que creo debemos entender es que el planeta es la gran casa que cohabitamos y donde pasamos nuestra existencia en dependencia con la naturaleza, que es la que nos facilita los recursos para sobrevivir y desarrollarnos. A su vez, esta coexistencia se resuelve con interdependencia en una sociedad de la que no podemos abstraernos. Somos seres sociales y por tanto no podemos vivir aislados. Para poder evolucionar y desarrollarnos dependemos de las relaciones sociales y  la dinámica social.
            Como consecuencia de esta estrecha relación, ya desde nuestra concepción humana, iniciamos el camino en la lucha diaria por lograr el máximo de bienestar posible, que nos permita desarrollarnos como personas y cumplir nuestros proyectos de vida. Con esa idea preconcebida, la gran mayoría del colectivo humano buscamos ese bienestar, principalmente, a través de nuestro crecimiento económico y material para poder Ser y tener más. De esa manera, sólo pensamos que esa  es la  única forma posible de vivir “bien”. En este sentido, nuestro bienestar general está ligado exclusivamente al crecimiento. Decimos y creemos que necesitamos tener más bienes y aspirar a mejores servicios como garantías de una vida plena y de felicidad.
Con esta ideología y las consecuencias que subyacen, se exige inexorablemente ir por la vía del crecimiento ilimitado, en el sentido amplio del concepto, para satisfacer cada vez más las innumerables e ilusorias necesidades que creemos requerir para ese fantasioso “vivir bien”. De esta forma, vamos ampliando desmedidamente la explotación de los recursos disponibles en la naturaleza, base fundamental de materias primas,  sin dar el tiempo necesario para su renovación o uso racional.
 A partir de estas concretas evidencias se ha comenzado a acuñar, desde hace un tiempo, el concepto de decrecimiento, que como podemos deducirlo del concepto es posible afirmar que es una acción contraria al crecimiento. Y claro que lo es, pero no se opone al crecimiento, sólo le pone límites. Según ello, Serge Latouche (2011), cree que es la vía para evitar la crisis global, el colapso de la sociedad a la que nos dirigimos inexorablemente, a causa de ese crecimiento exponencial que está agotando los recursos limitados de nuestro planeta. En este sentido, de no tener una cultura de decrecimiento que limite o regule la explotación y usos desmedido de los recursos éstos se acabarán, no quedando lo suficiente para las nuevas generaciones. Debemos generar una cultura del consumo responsable.
Los actuales acontecimientos sociales y naturales están destruyendo el planeta. Así lo demuestra  la inclinación al consumismo desmedido, el asedio de la publicidad por adquirir lo que no se necesita, la vida competitiva, la lucha de poderes, la industria desechable que utiliza cada vez más materias primas, las guerras, la destrucción ambiental, los desastres naturales, entre otros. Todos comulgan para que el proceso de relación humana y medio ambiente se distancie y se destruya.
Por otro lado, es absolutamente palpable que la actual forma de crecimiento económico neoliberal no se condice con el discurso de la cohesión y justicia social por la cual se funda. Es evidente el enorme divorcio ente crecimiento y desempleo, entre desarrollo y pobreza, ya que las desigualdades a nivel mundial siguen aumentando en vez de declinar. En esta línea, los reducidos grupos económicos han acaparado el poder y el control de la situación mundial, instalando este neoliberalismo cimentado en políticas macroeconómicas  que pretendían ser la solución a las problemáticas sociales, cosa que no ha ocurrido.
Vivimos en una sociedad cada vez más globalizada e industrializada que ya ha instalado la intercomunicación planetaria. La mayoría de los países del mundo, y por ende sus ciudadanos, somos cada vez más dependientes y estamos a merced de los conflictos y movimientos económicos. Un ejemplo claro en este sentido es la  actual crisis económica europea que golpea a los mercados mundiales, tal como lo fue la crisis asiática en su momento, y qué decir de las guerras de las últimas décadas, que han desestabilizado la economía mundial, además de haber empobrecido y destruido los pueblos y enriquecido a los abastecedores.
Esta mundialización, si bien es cierto nos ha traído algún pequeño beneficio, lo medular es que está provocando devastadores perjuicios, directamente relacionados con la explotación de los recursos naturales, la contaminación  del planeta y el debilitamiento sociocultural de la sociedad.
Ante esta situación ya se han alzado voces de alerta que nos están invitando a replantear nuestro actuar social para  promover un  cambio de actitud, una nueva forma  de pensar y hacer; una nueva filosofía de vida que  apueste por un cambio de visión con respecto al crecimiento económico, industrial, mercantil y patriarcal de nuestra sociedad. En este sentido, el decrecimiento nos propone poner ciertos límites al crecimiento y al consumismo, a través de la formación de una sociedad que se plantee reducir los niveles de consumo, utilizando cosas que sean realmente útiles y que valore VIVIR MEJOR CON MENOS.  
En este escenario de anarquía y mezquinos intereses la educación, y no solamente la institucionalizada, entran a jugar un rol fundamental, por cuanto es el medio adecuado para buscar y potenciar ese cambio de actitud social al que nos invita la cultura del decrecimiento. De esta forma, Moraes (2010) nos da luces para poner la atención en la ecoformación, un concepto que va más allá de la educación ambiental, al recalificarla como formación humana permanente, siendo así, no solamente un proceso educativo de formación para el trabajo, sino un proceso mediado por la relación ser humano/ambiente natural y social. Y luego nos dice que la formación es algo mucho más amplio y complejo que el aprendizaje o lo puramente cognitivo o instructivo, puede adquirirse por medio de la acción en y sobre un contexto o medio social, natural, político o cultural determinado.
Sin dejar de darle la importancia que merece a la formación cognitiva basada en competencias, creo que es un  camino correcto y que hay que sumar fuerzas para instalar esta conciencia educativa. Siento que es una posición ideológica adecuada para hacer frente a los actuales disvalores sociales imperantes, que en nada están contribuyendo al bienestar social.
Sin retractarme de lo anteriormente planteado y siendo muy cauteloso, doy algunas  vueltas en el cómo podemos enfrentar, desde nuestro ámbito, la acción para lograr un cambio de paradigma. Luego, me convenzo que la escuela es el lugar ideal, es allí el escenario perfecto donde debemos acrecentar los valores humanos de las nuevas generaciones para que se promueva la solidaridad, la justicia, equidad, la honestidad, el bien común y la sostenibilidad. Es allí donde debe comenzar a nacer esta nueva sociedad, con capacidades de ver y vivir con nuevas formas en el Ser y el Hacer, muy distintas a las fallidas y nefastas formas de hoy.
El llamado de este movimiento en la educación es a instalar estrategias de ecoformación orientadas a una ecopedagogía que valore la calidad y no la cantidad; en  Ser y no poseer; en la inclusividad y no la exclusividad; la diversidad y no la uniformidad; la participación y no la jerarquía; la colaboración y no la competencia, lo natural y no lo artificial. Para esto, de igual forma es la escuela la llamada a evolucionar y a adecuarse a estos nuevos requerimientos a través de la implementación de Proyectos Educativos socialmente pertinentes y con alto sentido eco-humanitario.
De acuerdo a lo anterior, Saturnino de la Torre (2007) precisa que la ecoformación, es una manera de buscar el crecimiento interior a partir de la interacción consciente con el medio humano y natural, de forma armónica, integradora y axiológica. Se propone ir más allá del individualismo, del cognitivismo y utilitarismo del conocimiento. Parte del respeto a la naturaleza (ecología), tomando en consideración a los otros (alteridad) y trascendiendo la realidad sensible (transpersonalidad). Fomenta la cooperación y entornos colaborativos frente a la competitividad, crea “escenarios” de intercambio y diálogo, propicia ambientes agradables de trabajo y estrategias dinámicas, flexibles, retadoras, como los entornos virtuales que tanto atraen y motivan a la juventud.
Sin duda que el planteamiento de esta reflexión,  y su puesta en práctica, nos situará en una mirada más integradora y humanizadora de la educación. A su vez nos lleva a repensar nuestras prioridades y a realizar una serie de cambio de hábitos orientados a prescindir de cosas innecesarias y con ello acercarnos paulatinamente en la consecución de bienestar de una sociedad planetaria que pueda garantizar mejores condiciones vitales para las generaciones futuras y propiciar reales valores humanos.

CLAUDIO BARRIENTOS PIÑEIRO

23 noviembre 2011

ENSEÑANDO A SER FELICES - La pedagogía que humaniza

Queridos docentes y amigos lectores:
Quiero compartir con ustedes una linda historia relacionada con la pedagogía. Una historia que seguramente hará que muchos de ustedes se identifiquen con su protagonista y su forma de enfocar el proceso enseñanza aprendizaje.
No pretendo ponerlo como un gran ejemplo y única forma de enfrentrarse al desafío de enseñar y enfocar la pedagogía, sino más bien tiene la intención de que busquemos en ella aspectos que son relevantes al momento de enfrentarnos a la complicada labor de enseñarle a nuestros niños aprendizajes significativo.
En esta sociedad que nos pide eficiencia y rapidez en todo, creo que es necesario mirar el lado más humano de la educación y de la pedagogía principalmente....en fin...no quiero ser yo quien les haga un análisis de ello.
Los invito a que cada uno reflexione, se vea y saque sus propias conclusiones.
Con mucho cariño.


20 noviembre 2011

VISITAR OPORTO EN PORTUGAL


Porto  u Oporto es una ciudad del norte de Portugal declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Es acogedora, apacible y llena de encantos arquitectónicos. Su principal característica es su ubicación geográfica al lado del río Douro que desemboca en el océano Atlántico y que la cruzan 7 puentes que poseen un gran atractivo por lo imponente de sus tamaños.

En las orillas de este río se desarrolla una gran actividad turística, principalmente gastronómica con muchos restaurantes en su Ribeira y de recreación con paseos fluviales y caminatas en toda s extensión.
Su ícono es el puente Luis I, del cual se pueden observar deferentes vistas de la rivera del río, tanto desde la plata baja como en la alta. La noche es el mejor momento para disfrutar de este hemoso entorno, donde la preciosa iluminación hacen de este lugar uno de los más atractivos de la cuidad.

Lugares característicos lo componen, en otros, la torre de Los Clerigos, la Estación San Benito, el Mercado de Bolhao, la Bolsa de Comercio, la Casa de Música, el Monumento a los Heróes de la Guerra y las numerosas iglesias y edificios del Casco Histórico, como así también la vistosa arquitectura de sus diferentes calles y barrios.


Destacan también dos fuertes que fueron lugares claves de defensa contra la guerra con España y Francia. Uno ubicado en el norte de la cuidad y al lado del océano Átlántico; el  otro asentado estratégicamente en la desembocadura del río Douro.




De fama mundial es el vino de Oporto, ya que es en esta cuidad (y especificamente en Vila Nova de Gaia) donde se encuentran las diferentes bodegas  de fabricación de este vino. Aquí se realizan visitas guiadas con una degustación al final de trayecto, pudiendo realizar compras en el mismo lugar.

Hay muchas cosas positivas que decir de esta cuidad. Sin embargo realizar una mirada muy general de sus atractivos nos acerca un poco más a sus encantos.
Es una cuidad que, humildemente, recomiendo visitar.

13 noviembre 2011

¿QUE HE APRENDIDO? - LA PEDAGOGIA FUERA DE LA ESCUELA Y DEL DOCENTE

Claudio Barrientos Piñeiro

Por primera vez, después de tantos años, me sentaré a escribir sobre una experiencia de vida que ha marcado mi existencia, que le dio sentido a mi vida y que considero la herencia más importante legada por las persona a quienes más amo en esta vida, mis padres.  
            Provengo de una familia tradicional de clase media, arraigada en la Isla de Chiloé, en el sur de Chile. Un pueblo donde, durante mi infancia, los días pasaban de forma apacible y rodeados de buena vecindad.  Hijo de padre buzo mariscador, madre funcionaria municipal y hermano mayor, con mi mellizo, de 3 varones y una mujer.
            La vida junto al mar, como muchos pueblos de mi isla, marcaron la esencia de mi vida, sobre todo porque mi padre trabajó en él durante toda su vida con una pasión absoluta. Creo que de los 45 años que se dedicó a este oficio, al menos 25 de ellos los pasó bajo el agua. ¡ Que increíble la conclusión a la que he llegado en este instante en que escribo! Se lo haré saber a mi padre para ver si coincidimos en lo mismo.
Desde niño aprendí los códigos y de la forma particular de ser del hombre de mar. Conocí y viví en carne propia lo que significa para una madre y sus hijos la ausencia del padre cuando se va mar adentro por semanas en busca del sustento. Sufríamos en familia la incertidumbre, la ansiedad, la preocupación y la impotencia  de no saber durante mucho tiempo si el clima o algún imprevisto mantendrían sana y salva a la tripulación de las endebles embarcaciones de la época. Por las noches rezábamos para que mi padre y los demás encontraran una ensenada segura o un  refugio donde dormir y descansar lejos del peligro, ya que toda la vida del buzo se hacía en la lancha.
En se tiempo, yo consideraba a mi padre, y a todos los buzos, seres admirables y extraordinarios. Los veía libres, contentos, rudos, ingeniosos, creativos, previsores, asertivos. Disfrutaba de manera grosera escuchándolos contar sus aventuras y peripecias….que tal día se encontraron con un montón de lobos marinos y tuvieron que bucear entre ellos, que otro día no pudieron trabajar tranquilos porque andaban las orcas cerca (ballenas), que la pasaron muy mal porque alguien de la tripulación tuvo un accidente y tuvieron que ir al poblado más cercano, que navegaron durante horas en una tormenta que los azotaba como barquito de papel, que durante 5 días no pudieron trabajar porque el clima estaba malo y debían estar en la lancha a la espera que mejore, que trabajaron durante días con mal clima; que se les acabó la comida y tuvieron que comer sólo productos del mar con aliños improvisados, etc.
Escuchar esas historias despertaban mi imaginación cual mejor película cine. En esos momentos yo quería ser buzo… quería ser como mi padre.
Con esa inquietud, ya conocida por mis padres, comencé a vislumbrar lo que sería mi vida de buzo de una manera no tajante pero con el sustrato vivencial que me otorgaba lo hasta ese momento conocido. Por aquel tiempo cursaba mis últimos años de primaria. Mis padres, por supuesto, no compartían la infantil forma de ver mi futuro, ya que todos sus esfuerzos estaban orientado a entregarnos la mejor educación posible, para que libremente, junto a mis hermanos,  pudiéramos elegir la profesión o forma de vida que quisiéramos, pero que no tenga que  ver con una sumisión patronal o tener que arriesgar la vida, tal como lo hacía papá.
Conocida por mi padre la afición que teníamos con mi hermano mellizo por el mar, un día de verano nos dice que él nos enseñará a bucear. La felicidad me embargó (imagino que a  mi hermano también), porque era el primer paso para iniciar mi camino al mundo del mar. Fui muy buen alumno, o mi padre un gran profesor, porque tiempo después ya manejaba suficientes técnicas de buceo que me permitían realizar actividades bajo el agua sin problemas… creo que tiene que haber algo de herencia genética en ello también.
Cuando llegué a la adolescencia, ya en secundaria, aún seguía pensando y planteando en casa la posibilidad de seguir el camino de mi padre, a lo cual siempre se oponían, pero no tajantemente. Con adecuada conversación mis padres me hacían ver lo beneficioso de estudiar y obtener un título profesional para tener una vida más tranquila, cómoda y sin mayores carencias.
 Mi padre por esa época había adquirido un bote de 9 metros de largo, con toda la implementación de buceo, donde podían trabajar 4 personas (dos buzos y dos asistentes). Me sorprendió mucho cuando un día, al inicio de mis vacaciones de verano, me dijo que tendría que hacerme cargo de la embarcación y hacerla producir sacando algas durante el verano, y que además de mi hermano mellizo, buscará dos amigos estudiantes para trabajarla. Grande fue mi satisfacción ante esta responsabilidad, tanto por la confianza de mi papá y además porque podría poner en práctica lo enseñado por mi padre y sería la primera oportunidad en que podría comenzar a ganar algún dinero. Y  así lo hicimos, disfrutamos del trabajo como si fuera un juego de entretenciones, ganábamos nuestro dinero y a mi padre le entregábamos lo que le correspondía por ser dueño de la embarcación y de los implementos.
Al siguiente verano ocurrió lo mismo, pero yo ya no le encontraba el mismo sabor al trabajo. Ya era un enorme sacrificio levantarse todos los días a las 6:00 de la madrugada, a las 8:00 estar bajo el agua trabajando, regresar al medio día con las algas en los sacos, descargarlas, extenderlas en la playa para que se sequen con el sol, darlas vuelta, nuevamente recogerlas, embolsarlas y cargar los sacos en un vehículo en irlas a vender.
Ese verano comencé a darme cuenta de lo sacrificado, peligroso y esforzado de ese trabajo y por supuesto,  a cuestionarme si podría dedicarme toda mi vida a eso. Mis intereses poco a poco fueron cambiando.
En los años posteriores comencé a estudiar Pedagogía Básica en la Universidad, proyectando así mi  vida a la docencia. Comencé a hacerme preguntas un poco más reflexivas acerca de la razón por la cual mi padre, avalado por mi madre, me entregó ese trabajo y esa responsabilidad, considerando que ellos se oponían a que yo, y todos mis hermanos,  trabajáramos en el mar. Me preguntaba el por qué mi padre hizo que trabajara  su embarcación si podía haber contratado a buzos más experimentados que le habrían hecho producir más ganancias que nosotros. Según mi parecer había hecho un pésimo negocio.
Un par de años después, en una franca conversación le pregunté a mi padre la razón por la cual me hizo vivir esa experiencia de vida, a lo cual él me respondió, claro que con otras palabras, que fue para que experimentara lo que implicaría en mi vida si decidía finalmente ser buzo. Como a en ese tiempo yo ya contaba con estudios y experiencia sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje le hice ver  a mi padre cuales fueron las profundas implicancias personales de lo que hizo y lo mucho que tuvo de pedagógico; él sin saberlo, ideo una estrategia de enseñanza tan efectiva que cambio el rumbo de mis decisiones y de mi vida. Imagino que para mi hermano, y los amigos asistentes, fue igual porque ninguno se dedicó al buceo en el futuro. Le agradecí que me haya llevado a ello, ya que sin esa experiencia seguro que hoy día no estaría haciendo lo que me apasiona y no habría conseguido los logros que he alcanzado. Recuerdo sus lágrimas de emoción al escuchar mi relato sin poder creer lo que oía. El, con lo gran lector y sabio que considero que es, no sabía lo que en mi provocó. No daba crédito de haber sido protagonista de una historia que recién estaba asimilando.
A partir de esta vivencia he entendido que el esfuerzo y la responsabilidad son elementos claves en la búsqueda del desarrollo personal y el éxito cuando se enfocan a lo que realmente disfrutamos hacer. Además, siento y creo que la pedagogía está en todo lo que hacemos y pensamos que está correcto, nace del sentimiento puro, sincero y bien intencionado del querer enseñar y no hay nada tan rotundamente científico en ella. El saber no sólo está en los libros, sino también en lo que vamos adquiriendo y aprendiendo con el tiempo en el camino de la vida.
No subestimo ni desvaloro el trabajo de mi padre y de los buzos, muy por el contrario, los sigo admirando y respetando, a mi padre por sobre todas las cosas.

EL NIÑO QUE QUERIA SER HELICOPTERO - De Vivian Gussin Paley

 CLAUDIO BARRIENTOS PIÑEIRO        
          Reflexiono acerca de cómo ha ido cambiando la dinámica de la labor docente en las últimas décadas y cómo ha evolucionado el ser humano con la influencia de los avances de la modernidad y la globalización. De la misma forma entiendo el por qué de los cambios en los enfoques y paradigmas educacionales a fuerza de esta evolución. Lo que antiguamente se consideraba homogéneo hoy  ya no lo es. La heterogeneidad, y la diversidad, hoy son parte de las dificultades del mundo  y cuesta entender que sea una oportunidad de crecimiento social y personal.

         Jason y su helicóptero es un ejemplo vivo de ello y de los muchos niños que están en nuestras aulas, de los cuales somos, en gran medida, responsables de su formación y desarrollo futuro.
         Actualmente aceptar y trabajar con las diferencias es un proceso de difícil instalación en las escuelas, por cuanto las competencias profesionales de los docentes han sido, de alguna manera, sobrepasadas por las múltiples necesidades de los alumnos y la sociedad. Creo que la formación inicial de los docentes no ha considerado seriamente estos elementos para hacer frente, de manera eficiente, a la inclusión de los niños en el proceso educativo.
         Con estos antecedentes no puedo más que visualizar una educación que tiende, por omisión o ignorancia, a una exclusión e inequidad en su sistema. Una educación que le ha costado instalar procesos efectivos de inclusión.
         Mientras esto ocurra, todos los Jason deberán seguir esperando y perdiendo tiempos valiosos de formación y entrenamiento cognitivo. Tendrán que seguir soportando silenciosamente la incontenible desdicha del rechazo y exclusión diplomática.
         Me he quedado pensando en la reflexión de la profesora en esta historia: Mi hábito de trazar líneas invisibles entre las imágenes de los niños es, creo, lo mejor que hago como maestra. Sin duda que esas líneas invisibles son muy beneficiosas para esos niños y las que provocan ese acercamiento y sanidad de respeto entre pares y la docente. Eso finalmente es la gran demostración de aceptación y compromiso con el desarrollo de los niños.   
Sin embargo, quisiera reflexionar desde la vereda del frente y centrarme en el profesor que no tiene, o no ha tenido, las herramientas necesarias, ni la actitud, para enfocar su labor como esta maestra; que no ha logrado desarrollar o no quiere desarrollar, por las razones que sean, esa visión tan exquisitamente vocacional en su trabajo y que trazan líneas invisibles en los niños pero para parcelarlos, encasillados y cartelearlos con calificativos, muchas veces, poco decorosos, por  el sólo hecho de ser distintos al prototipo normal e ideal de alumno.
Hoy siento que perdí momentos valiosos de aprendizaje y crecimiento personal al dejar pasar por la superficie situaciones de varios Jason que he conocido en mi carrera docente. De haber tenido herramientas apropiadas  y una visualización distinta, habrían sido mayores los aportes educativos que podría haber entregado...sin duda. En este sentido, asumo mis responsabilidades, pero que también creo que esas mismas deben ser compartidas por un  sistema de formación inicial y permanente que no ha sido capaz de adecuarse oportunamente a los requerimientos, carencias y necesidades educativas que tanto requiere nuestra sociedad.
         Siento y creo que hoy más que nunca debemos desplegar nuestros mejores esfuerzos en prepararnos, espiritual, personal e intelectualmente para vivir la diversidad y de la diversidad.
        Los niños helicópteros seguirán estando siempre en nuestras aulas y ¿Qué pasará si no les entregamos lo que humanamente deben recibir de nosotros?.

18 octubre 2011

RESPONSABILIDAD Y REPENSAMIENTO

Tomada a partir de una “Pensar de nuevo en la práctica docente” de Dr. José Contreras – U. de Barcelona (2006).

“Vivimos en una época ya demasiado larga que ha confiado en excesos en las leyes y estructuras como el auténtico objeto de transformación de la educación, haciéndonos creer que los problemas educativos se resolverán si resolvemos el misterio del marco legal adecuado”.

Con una visión auténticamente crítica, muchos de los problemas de la educación tienen su origen y solución en nosotros mismos, en quienes somos los protagonistas de la acción educativa diaria. Creemos que la “sanación de los malee educativos” están en manos de otros y que dependen de otros, relegando al palco la importancia de nuestra actitud docente diaria desafiante, motivadora, creativa, innovadora y comprometida que nos corresponde asumir en el centro de escenario.

El depender de las leyes nos encuadra y nos aleja de la posibilidad de vernos, de decirnos y escucharnos a nosotros mismos como personas y formadores. Nos ciega y traslada a un sitial secundario el relacionarnos, el explorar nuestros sentidos y capacidades, nuestras ideas y deseos, nuestras necesidades y la de los alumnos.

Más allá de las mágicas soluciones de las reformas… (Contreras, 2011) principalmente legales, existe la real y gran oportunidad de ser nosotros mismos los protagonistas de muchas de las soluciones que circundan a la vapuleada educación de mi país, asumiéndolas desde el epicentro mismo de pedagogía, en nuestras aulas y en nuestra “casa”.

03 julio 2011

MI OTRA PASION...LA MUSICA FOLCLÓRICA CHILENA

Además de disfrutar de mi pasión por la educación y la docencia he dedicado muchos años de mi vida a promover el folclor musical de mi país en variadas instacias y agrupaciones culturales. Cuando adolescente participé en el conjunto folclórico Queilen (de mi pueblo natal) en Chiloé y más tarde co-fundando el conjunto folclórico ADMAPU de la localidad de Choshuenco en la comuna de Panguipulli, del cual fui su Director artístico y un promotor del folclor de Chiloé, estilo que caracterizó a esa agrupación musical.
Aproximadamente desde hace 3 años  soy parte integrante del grupo musical AÑORANZAS DE PANGUIPULLI con quienes cultivamos las cuecas urbanas, versiones del folclor melódico y canciones tradicionales del amplio espectro musical chileno. Con este grupo nos adjudicamos un proyecto de grabación profesional el año 2010 de una obra musical denominada HOMENAJE A LA CUECA EN PANGUIPULLI, del Director y fundador del grupo Sergio Gómez Márquez.
Dicha obra, según mi parecer, posee un alto valor cultural por cuanto es la única en su estilo en la comuna, y quizas en la región, en la cual se rescatan los más relevantes valores sociales, étnicos, naturales y sociales de la comuna de Panguipulli.
Los invito a disfrutar de una parte de esta obra en los siguientes videos.





Tus comentarios siempre serán bien recibidos.

26 junio 2011

CONCLUIDO MASTER EN DIRECCION Y GESTION DE CENTROS EDUCATIVOS

Después de permanecer alejado de Chile por casi un año, asumiendo hidalga y responsablemente un nuevo desafío, he logrado finaliazr con éxito el Master de Dirección y Gestión de Centros Educativos en la Universidad de Barcelona.
Tengo la convicción que esta experiencia ha fortalecido ampliamente mis conocimientos profesionales y me ha dado la oportunidad de contrastar inumerables elementos que sin duda favorecerán mi desempeño fururo laboral y personal. Como seres humanos, poseer la característica narutal de ser seres sociales nos limita el éxito individual y el alcanzar algunos objetivos de forma aislada. Siempre requeriremos de personas que nos "rondarán" para facilitarnos la tarea. Por ello, agradecer a mi esposa por el apoyo y respaldo es algo que no puedo dejar de lado. Su incondicional respaldo me ha permitido enfrentar más holgadamente este árduo proceso e ir cumpliendo mis sueños.
A mis seres queridos, que paradojalmente han estado más cerca que nunca, debo reconocer y valorar lo fundamental de su palabra de ánimo diario que me daba fuerzas para tener mayor claridad de mi gran objetivo. De la misma forma, a todos mis amigos y colegas docentes de Panguipulli, especialmente de la Escuela Huellahue, que han creído y valorado mis ideas, mi visión de futuro y el liderazgo directivo. Además me es necesario dejar una líneas para entregar mi gratitud a los compañeros y amigos que acá conocí, y con quienes disfrutamos de tantos alegres momentos y enfrentamos cada actividad dándonos ese mutuo apoyo, confianza y reconocimiento que tan necesario se torna en este exigente mundo académico. Finalmente, vayan para el equipo de Académicos de la Unversidad de Barcelona mi valoración por la entrega de conocimientos, pero especialmente a Seráfin Antúnez (Director del Master) y Patricia Silva (Coordinadora) mi agradecimiento sincero por su dedicación y preocupación a mis inquietudes, propuestas y problemas. Tarea cumplida... muchas gracias a todos.. moltes gràcies a tots

04 marzo 2011

ESTUDIANDO EN BARCELONA - ESPAÑA

Por ahora me encuentro estudiando un Master en Dirección y gestión de Centros Educativos en la Universidad de Barcelona en España.
En algún momento retomaré mi blog para publicar algunas reflexiones y temáticas relacionadas con mi quehacer profesional.
Por ahora muchas gracias a quienes me han visitado y me visitan.